De pronto, mi corazón dejó de latir...
Por un instante sentí que ya no existía, que sólo era un cuerpo inerte, pero en ese momento tú me miraste, mi corazón dío un salto tan grande! pero tus ojos no reflejaban eso que creí, sino, era tristesa...esa cuita tan fuerte que llevabas dentro, y de pronto me estremecí. Te miré, tú giraste el rostro y te marchaste. Te seguí. Mientras caminabamos por la acera, tú no decías nada, tu silencio hablaba por si sólo, el mundo giraba al rededor nuestro, me sentí vacía. Es cierto fué mi culpa, lo admito, pero esto sólo lo guardo en mis pensamientos mas profundos.
De pronto, mi corazón dejó de latir...
Llegamos al parque, el silencio era mutuo, me miraste, te miré, pero no dijiste nada. Mi alma pedía a gritos que me hablaras y sólo avanzaste, dejando de lado mi orgullo te miré y no volteaste, mis ojos sólo buscaban los tuyos, mi corazón pedía a gritos que digas algo, mi cuerpo quería sentirte, pero no hiciste nada. Dejé de lado mi orgullo y tomé tu mano. Viste mi rostro, lo único que irradiaba era felicidad, pero no dijiste nada.
De pronto, mi corazón dejó de latir...
El camino llegó a su fin y tú no decías nada, pero mi mente y corazón se centraba en ti, me sentí atiborrada de tanto pensar, cuando en ese instante me miraste, pero esta vez mire tus labios y de pronto, de pronto! no dijiste nada. Basta! me dije, mi amor puede mas que el orgullo. Te miré, tomé tus manos y dije: "Lo siento, fué mi culpa, perdón". Fijaste tus ojos en mí y broto una sonrisa en tu rostro, me diste un beso, te abrasé y sonreí.
De pronto mi corazón volvío a latir...